Como Responder a las Preguntas Más Comunes en una Entrevista, parte I
Que decir (y que no) para que te den el trabajo
Saber dar una buena entrevista es quizás la habilidad más importante a la hora de buscar trabajo.
Una buena entrevista puede hacer destacar a cualquiera, así como una mala entrevista puede descalificar hasta al candidato más preparado.
Es por eso que hoy te traemos una guía rápida de como contestar algunas de las preguntas de entrevista más comunes.
Sin importar el sector en el que te interese trabajar, estas preguntas suelen aparecer en la mayoría de entrevistas.
Nuestro objetivo con este artículo es que entiendas:
Por qué las empresas preguntan estas preguntas
Qué es lo que no debes de contestar
Cómo debes responder a cada una
¡Empecemos!
Ocho preguntas comunes
1. “Cuéntanos un poco sobre ti”
Por qué preguntan esto: A todo el mundo le gustan las historias, y a las empresas les gustan los candidatos que saben lo que pueden aportar. Si puedes poner eso en forma de una narrativa con un principio, un desarrollo y un final claros, estarás del otro lado.
Lo que no: No cuentes toda tu vida, tus hobbies, o historias muy personales que no vengan al caso (a nadie le interesa que te gusta empedar los jueves o que seas Legendario en CoD Mobile, por ejemplo). No divagues ni repitas demasiado de lo que ya viene en tu currículum, para eso serán las preguntas posteriores.
Lo que sí: Comparte detalles sobre tus habilidades, pero que estén enfocados a lo laboral. Trata de hacer que tu trayectoria educativa y profesional cuente una historia de cómo llegaste hasta este momento. También habla un poco de lo que haces para mejorar constantemente. Eso te hará destacar.
Ejemplo: “Vengo de una ciudad pequeña donde hay poca oferta educativa y pocas salidas laborales. Afortunadamente tuve la oportunidad de estudiar la Licenciatura en Marketing y fue en ese tiempo donde aprendí a programar y a construir páginas web. Durante mis estudios, aprendí lo fundamental sobre como hacer negocios en línea y siempre estoy al tanto de las últimas tendencias en ese sector”
2. “Cuéntanos de tu currículum”
Por qué preguntan esto: Es la forma más fácil que tienen los reclutadores de determinar si tienes las habilidades y experiencia necesarias para el puesto al que estás aplicando. También les sirve para evaluar si has pensado de que manera tu perfil encaja con el puesto.
Lo que no: No respondas solo con una repetición de lo que está en tu CV. Ellos quieren que tú les cuentes la historia de como llegaste hasta esa entrevista y como esa historia encaja con lo que están buscando. Tampoco resaltes las cosas negativas de tu experiencia laboral.
Lo que sí: Determina los logros y habilidades de tus trabajos pasados que sean relevantes para el trabajo al que estás aplicando y enfócate en ellos. Trata de demostrar que has progresado desde el principio hasta el punto en el que estás listo para aplicar a este trabajo. Tu historia debe de tener sentido y debe de ser dicha con confianza, aun cuando te hayan despedido o hayas cambiado de trabajo tres veces en los últimos tres años.
Ejemplo: “Cuando terminé la licenciatura, quise ampliar mis habilidades y conocimientos sobre campañas de medios internacionales, así que acepté un puesto en la empresa X, donde trabajé en campañas de marketing globales. Allí, pude ampliar mi experiencia en investigación de audiencias, estrategia de medios interculturales y compra y negociación de medios globales, lo que resultó en un aumento del 25 % en el tráfico web y una mejora del 30 % en la generación de leads para uno de mis clientes durante el primer trimestre.”
3. “¿Cómo te enteraste de esta vacante?”
Por qué preguntan esto: Las empresas están interesadas en saber cómo las vacantes aparecen ante sus posibles candidatos. Así pueden determinar que métodos funcionan mejor para reclutar.
Lo que no: No demuestres desinterés o falta de iniciativa al decir cosas como “no me acuerdo” o “mi mamá me dijo que aplicara”. Tampoco digas cosas como “necesito un trabajo, cualquier trabajo” o “la vi en un sitio de internet y apliqué”. Esas respuestas te hacen ver desesperado y poco profesional.
Lo que sí: Simplemente di la verdad, con algunos detalles adicionales. Si encontraste la vacante mientras buscabas trabajo, menciona qué es lo que te llamó la atención del puesto. Si un conocido tuyo te animó a aplicar, di su nombre, como lo conoces y porqué crees que tu perfil es bueno para el puesto.
Ejemplo: “Encontré la vacante en LinkedIn porque sigo a la empresa desde hace algún tiempo. Me interesa la posibilidad de poder trabajar en el área X. Mi perfil coincide con lo que están pidiendo y creo que es una gran oportunidad para mi carrera.”
4. “¿Por qué quieres trabajar con nosotros?”
Por qué preguntan esto: Preguntan esto para evaluar qué tanto conoces la empresa y si realmente estás interesado en el puesto. Quieren ver si investigaste, si compartes sus valores o misión, y si te motiva algo más que solo el salario. Esto les ayuda a determinar si encajarías bien en la cultura de la empresa y si tienes potencial a largo plazo.
Lo que no: No digas que quieres el trabajo por razones materiales. Cosas como el sueldo, los beneficios, la ubicación, la posibilidad de trabajo remoto pueden ser lo que realmente te interese, pero con eso no convencerás al entrevistador. Tampoco digas que estás aplicando a cualquier empresa porque necesitas trabajo. Eso te hará ver desesperado.
Lo que sí: Demuestra que te interesa lo que hace la empresa. También habla de como podrías disfrutar las tareas de la vacante o de como puedes verte teniendo éxito en el puesto en caso de que lo consigas. Ese tipo de respuestas demuestran que entiendes que es lo que hace la empresa, que te interesa estar ahí y que eres una buena elección para el puesto. Entre más específico seas, mejor.
Ejemplo: Quiero trabajar aquí porque me apasiona ayudar a las personas a resolver sus problemas financieros y a tomar decisiones más inteligentes sobre su dinero y su vida. También me encanta la redacción para redes sociales, y disfruto intercambiando ideas con mis colegas para generar las mejores ideas creativas. Cuando pienso en los requisitos de este puesto y en la misión corporativa de la empresa, me siento increíblemente inspirado y puedo ver varias maneras en las que puedo contribuir.
5. “¿Por qué dejaste tu trabajo anterior?”
Por qué preguntan esto: Las empresas preguntan esto en un intento por conocerte mejor. Usan esta pregunta para medir tu nivel de estabilidad laboral y de compromiso con las empresas. También buscan entender qué te impulsa a cambiar y que tan conflictivo eres.
Lo que no: Evita respuestas que puedan dejar una impresión negativa o poco profesional. Algunos errores comunes incluyen hablar mal de tu jefe o tus compañeros, decir que odiabas tu trabajo o mencionar sólo el dinero.
Lo que sí: Se honesto, pero estratégico. Puedes hablar de como estás buscando crecer y enfrentar nuevos retos en tu carrera, de como estás intentando cambiar de sector o como buscas mejores condiciones laborales. Incluso si te despidieron de tu trabajo anterior deberías ser honesto pero intentar enfocar la conversación en como eso aportó a tu crecimiento y aprendizaje. Mantén siempre un tono positivo, maduro y enfocado en el futuro. Tu respuesta debe proyectar que estás tomando decisiones conscientes para avanzar profesionalmente, no que estás huyendo de problemas.
Ejemplo: “Decidí dejar mi trabajo anterior porque, después de varios años en la empresa, sentí que ya había alcanzado un punto de estancamiento en mi crecimiento profesional. Aprendí muchísimo durante ese tiempo, y valoro mucho la experiencia y el equipo con el que trabajé. Sin embargo, busco nuevos retos que me permitan seguir desarrollando mis habilidades, especialmente en áreas como X, y por eso me entusiasmó mucho la oportunidad que ofrece esta posición.”
6. “¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?”
Por qué preguntan esto: Los reclutadores quieren saber que tan bien te conoces a ti mismo. Esta pregunta en particular también les da una idea de que tan comprometido estás con tu desarrollo, que tanta disposición tienes para mejorar y aprender, y que tan bien encajan tus habilidades con lo que la empresa está buscando.
Lo que no: Trata de no decir debilidades que estén directamente relacionadas con habilidades clave del puesto al que estás aplicando. Si estás en proceso para un puesto de ventas, no digas que te cuesta trabajo hablar con la gente. Jamás digas “no tengo debilidades”. Todos tenemos cosas que podemos mejorar. Negarlo te hace ver narcisista. Tampoco digas fortalezas disfrazadas de debilidades. Frases como “soy perfeccionista” o “trabajo mucho” están bastante vistas y son deshonestas.
Lo que sí: Para tus fortalezas, escoge dos o tres habilidades o cualidades que estén relacionadas con el puesto al que estás aplicando. Cuando hables de ella menciona ejemplos específicos, pero breves para ilustrar tu punto. Para tus debilidades, menciona un área (a lo mucho dos) que estás tratando activamente de mejorar y habla de lo que estás haciendo para hacerlo (cursos, herramientas, estrategias…).
Ejemplo:
Fortalezas:
“Una de mis principales fortalezas es la organización. Me gusta planificar mi trabajo y priorizar tareas para cumplir con los plazos sin comprometer la calidad. También me considero una persona muy orientada a resultados, y eso me ha ayudado a cumplir metas exigentes en mis proyectos anteriores. Por ejemplo, en mi último puesto logré reducir los tiempos de entrega en un 20% al optimizar los procesos internos del equipo.”Debilidad:
“Algo en lo que estoy trabajando es en delegar más. A veces me cuesta soltar ciertas tareas porque quiero asegurarme de que todo salga perfecto. Pero he aprendido que confiar en el equipo y distribuir responsabilidades no solo mejora los resultados, sino que también ayuda al crecimiento colectivo. Para mejorar esto, he estado usando herramientas de gestión colaborativa y participando en capacitaciones de liderazgo.”
7. “¿En qué tipo de ambiente laboral prefieres trabajar?”
Por qué preguntan esto: Esta pregunta tiene como objetivo entender si encajarás bien en la cultura de la empresa. No se trata solo de si puedes hacer el trabajo, sino de si te adaptarás al entorno, al estilo de comunicación y a la forma en que el equipo trabaja y si tus valores se adaptan a los de la empresa.
Lo que no: Aunque puede parecer una pregunta relajada, hay respuestas que conviene evitar. Para empezar, no des una respuesta demasiado genérica o ambigua (como “me adapto a todo”). Aunque la adaptabilidad es buena, no decir nada concreto te hace parecer poco reflexivo. Y por supuesto, no uses un tono negativo y evita frases como “odio los ambientes competitivos” o “no me gusta que me supervisen”.
Lo que sí: La clave está en alinear tu respuesta con el tipo de ambiente que promueve la empresa, pero sin fingir. Describe cosas específicos del ambiente: trabajo en equipo, comunicación clara, flexibilidad, autonomía, estructura, creatividad, innovación, ritmo acelerado, etc. Luego da ejemplos de cómo has prosperado en ese tipo de ambiente. Sé honesto, pero enfocado en lo profesional.
Ejemplo: “Prefiero trabajar en un ambiente colaborativo, donde haya buena comunicación y un enfoque en objetivos comunes. Me siento muy cómodo cuando puedo aportar ideas, aprender de otros y al mismo tiempo tener la autonomía para tomar decisiones dentro de mi rol. En mi último trabajo, por ejemplo, formaba parte de un equipo donde el diálogo constante y el respeto mutuo nos ayudaban a resolver desafíos complejos de forma ágil y eficiente. Creo que un ambiente donde se combina estructura con flexibilidad me permite dar lo mejor de mí.”
8. “¿Cómo lidias con situaciones estresantes?”
Por qué preguntan esto: Esta pregunta está diseñada para evaluar tu inteligencia emocional, tu capacidad de resiliencia y tu forma de manejar la presión. Todas las empresas enfrentan momentos de alta carga de trabajo, plazos ajustados o cambios imprevistos, y quieren saber si tú eres capaz de resolver problemas sin perder el enfoque.
Lo que no: De entrada, no intentes negar que lidias con estrés. Puedes decir “nunca me estreso” pero sabemos que no es cierto. Tampoco te vayas al otro extremo y admitas que no sabes manejar el estrés. Quizás decir “me bloqueo fácilmente, pero intento salir adelante” sea verdad, pero te hace ver inseguro y poco preparado ante situaciones de emergencia.
Lo que sí: Tienes que demostrar que reconoces que el estrés es algo natural e inevitable, pero que tienes herramientas para enfrentarlo. Puedes mencionar las maneras en las que te organizas y le das prioridad a los pendientes, hablar de como mantienes la calma en la tempestad, o señalar que sabes pedir ayuda cuando lo necesitas. Siempre da ejemplos concretos y reales de como manejas este tipo de situaciones.
Ejemplo: “Cuando enfrento situaciones estresantes, lo primero que hago es detenerme un momento para analizar qué está generando esa presión y organizar mis prioridades. Trato de dividir el problema en pasos más manejables, establecer un plan de acción y enfocarme en lo que puedo controlar. También me ayuda mucho comunicarme con el equipo y pedir apoyo si es necesario, en lugar de cargar con todo solo. Por ejemplo, durante un proyecto con una entrega ajustada, dividí las tareas con mis compañeros y utilizamos herramientas de gestión para seguir el avance, lo que nos permitió terminar a tiempo sin afectar la calidad del trabajo.”
Conclusión
Las entrevistas se tratan más que nada de entender lo que las empresas están buscando y hacerles entender que tu perfil se ajusta a eso. Para dar esa buena primer impresión es fundamental que practiques este tipo de preguntas y hagas una buena investigación sobre la empresa.
Sigue al pendiente para más ideas sobre como responder en entrevistas y hacer que destaques frente a los demás candidatos.
Saludos cordiales.